17. Una mirada hacia el futuro: la educación en 2030.
¡¡¡Decimoséptima y última entrada del blog!!! (Al menos durante las clases del módulo genérico...)
Hoy viajaremos 10 años en adelante, hasta 2030, para ver como se encuentra el panorama educativo.
Son muchos los medios que tratan de imaginar la vida en años posteriores. Por ejemplo, en 2016, El Semanal publicaba "La educación en 2030", tratando de reflexionar acerca de los cambios que se habrán producido en el mundo educativo para ese año.
Viajemos entonces, ¡allá vamos!
Estamos en un aula de 2030. No hay rastro de libros de texto. Menos árboles talados. ¿En serio dabáis clase con eso profe?-preguntan algunos alumnos cuando les dices que en tu época tenías uno para cada asignatura. Hay tantos mini-portátiles con teclado y pantalla táctil como personas, y la pizarra de tiza ha sido sustituida por una pizarra digital.
Los alumnos tienen acceso a todo tipo de conocimientos desde sus ordenadores, pero el profesor no es prescindible, sino todo lo contrario, su papel es más relevante que nunca. Es cierto que ya no es simple transmisor de conocimientos, sino más bien un orientador que acompaña a sus alumnos en el proceso de aprendizaje, pero su función sigue siendo esencial. Entre tanta información y con fake news incluidas... alguien tiene que ayudar a trabajar el pensamiento crítico, y de momento, es una persona, ¡no un robot!
Los contenidos académicos básicos siguen presentes pero sin duda menos que hace 10 años atrás. Hoy en día se valoran mucho más las habilidades personales, la capacidad de trabajar en equipo, de adaptarse a las distintas situaciones... A pesar de vivir en un mundo aún más globalizado, las necesidades específicas de cada alumno se tienen más en cuenta que nunca, y habiendo quitado importancia a los contenidos, se trabaja mucho más en buscar el ritmo de trabajo adecuado para cada alumno. ¡Por eso el abandono escolar se ha reducido muchísimo!
Por desgracia, no hay mesas juntas, al menos en secundaria y bachillerato. La época del coronavirus de hace 10 años caló hondo y, aunque la distancia de seguridad ya no es necesaria, como tampoco lo son las mascarillas, se ha querido mantener cierto espacio entre alumnos a modo de prevención. El virus está totalmente controlado, pero no erradicado, y todo el mundo es consciente de que un episodio como el de 2020 podría repetirse con otros virus. Pero alguna ventaja tuvo que tener pasar por aquello... Las clases se equiparon de más y mejores recursos tecnológicos y ahoran se valoran más los pequeños detalles, ya no hay peros para quedar con los amigos o ver a la familia.
Las clases en streaming es un tema de actualidad, pero de momento no son tantos los centros que han optado por este método. Con la importancia del trabajo en equipo, la colaboración y la participación, la presencialidad se valora como gran potenciadora de la socialización, esa que tanto se echaba de menos durante los confinamientos de años atrás.
¿Qué os parece? Emocionante, ¿verdad?
Nos toca volver a 2020... un año de incertidumbre y de muchos cambios, pero no nos queda otra que seguir adelante. ¡Hagámos que esto nos sirva para que la educación del 2030 sea aún mejor que la que esperamos! Está en nuestra mano como profesores hacer de esto un simple bache que superar.
Me despido un poco como empecé, con la frase que suele marcar mis pasos y que espero que pueda guiaros a muchos de vosotros también: WORK HARD, DREAM BIG.
¡Ha sido un placer conoceros y leeros a todos, compañeros!
Os deseo mucha suerte en este futuro que nos espera. ¡Ojalá coincidamos en algún instituto!
¡Hasta pronto! 💜
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